SI NADIE TE HA PREGUNTADO TU OPINIÓN, GUARDA SILENCIO
Cuando lees las cartas para revisar asuntos internacionales o que afectan a gran cantidad de personas es comprensible que cueste mantener la neutralidad. Eso, porque nuestras propias emociones pueden afectarnos. Al fin y al cabo los tarotistas somos personas y tenemos nuestras opiniones sobre el mundo y la vida.
Sin embargo, el problema gordo se produce cuando el tarotista no es neutral y le lee las cartas a personas que esperan una respuesta objetiva y en vez de eso reciben un cuestionamiento moral o ideológico por parte de quién, se supone, debe ayudarles. Así se crean situaciones vergonzosas por parte de tarotistas que comienzan a enjuiciar al consultante, porque consideran que es torpe, promiscuo o porque tiene tal o cual ideología.
Dejando fuera las opiniones personales, es indispensable recordar que nosotros los que leemos las cartas no somos un juzgado de guardia ni es nuestra tarea decir quién es bueno o malo. Nosotros solo debemos sentarnos y decir lo que percibimos sin emitir juicios de valor sobre el consultante o la situación que nos pide revisar. Ponernos a criticar sería tan absurdo y fuera de lugar como que una mujer obesa fuese a comprar al supermercado y la cajera le comenzará a increpar por la compra de una chocolatina. No van por ahí los tiros y bien se podría callar la boca la cajera como el tarotista que no tiene por qué meterse en temas que no le incumben.
Sin embargo, el problema gordo se produce cuando el tarotista no es neutral y le lee las cartas a personas que esperan una respuesta objetiva y en vez de eso reciben un cuestionamiento moral o ideológico por parte de quién, se supone, debe ayudarles. Así se crean situaciones vergonzosas por parte de tarotistas que comienzan a enjuiciar al consultante, porque consideran que es torpe, promiscuo o porque tiene tal o cual ideología.
LOS TAROTISTAS NO SON NI DEBEN SER JUECES
Dejando fuera las opiniones personales, es indispensable recordar que nosotros los que leemos las cartas no somos un juzgado de guardia ni es nuestra tarea decir quién es bueno o malo. Nosotros solo debemos sentarnos y decir lo que percibimos sin emitir juicios de valor sobre el consultante o la situación que nos pide revisar. Ponernos a criticar sería tan absurdo y fuera de lugar como que una mujer obesa fuese a comprar al supermercado y la cajera le comenzará a increpar por la compra de una chocolatina. No van por ahí los tiros y bien se podría callar la boca la cajera como el tarotista que no tiene por qué meterse en temas que no le incumben.
El tema no se extiende sólo a opiniones políticas, como puede darme cuenta en el foro. También alcanza otros temas, en donde existe discrepancia social como el veganismo, la posición animalista, cultura alternativa, opciones sexuales y un montón de otros tópicos que deberían ser tratados con respeto y neutralidad en el tarot.
Lo repito. No somos un juzgado y no debemos darle clases de nada a nadie. Solo si el consultante nos pide un consejo personal o una opinión subjetiva podemos dársela. Sino, a callar.
Lo repito. No somos un juzgado y no debemos darle clases de nada a nadie. Solo si el consultante nos pide un consejo personal o una opinión subjetiva podemos dársela. Sino, a callar.
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