Que abre portales a otros mundos, que si la usas hablarás con el diablo o extrañas entidades te visitarán para no irse jamás de tu vida son algunas de las advertencias que hemos oído y que son sugerencias para no tocar ni con un palo la Ouija. Es tal el respeto que infunde el artefacto que personas serías, envejecidas y pulidas en el mundo esotérico recomiendan de manera solemne no usarla y en caso extremo que se use hacerlo con alguien experto.
A modo de estudio me dedique a leer bastante sobre el material relacionado a la Ouija y aparte de la información técnica respecto a un tablero con letras y números con patente expedida hace ya más de un siglo lo que más encontré fueron relatos del amigo del amigo del amigo que dice que conoció a alguien que la usó y contactó con un espíritu maligno que acabó por quemar su casa. Relatos así, algo cutres, sin identificaciones y que se mezclan sospechosamente con tramas de películas americanas de adolescentes bebidos que en plan broma se ponen a jugar este enigmático juego. Por lo demás el orígen de este juego es tan raro e incompleto como la mayoría de artilugios esotéricos, incluído las barajas de tarot que aunque son algo así como un hijo bastardo al menos cumplen una función que en otros artículos de este blog puede encajar con un aspecto más racional y científico relacionado con la Teoría de la Mente.
En el caso de la Ouija también di con una idea racional que le quita bastante superstición al asunto y que tiene que ver con el Efecto Ideomotor que explica cómo el ser humano a veces y de manera inconsciente puede hacer movimientos corporales que pueden llevarle incluso a completar frases y tener la percepción de que él no lo ha hecho, fenómeno que descarta de un soplido fuerzas sobrenaturales que supuestamente estarían también implicadas en el famoso movimiento del péndulo o en la radiestesia. Lo cierto es que el cuerpo humano y el sistema nervioso no siempre son amigos y lo que hace uno el otro ni se entera, creándose así perspectivas sesgadas y luego creencias sin sostén que con el tiempo se van haciendo más y más grandes. Entonces la historia no es solo la del amigo del amigo del amigo al que se le quemó la casa. Algún creativo agrega más condimentos: que se llevaron al pobre jugador a otra dimensión o que le poseyeron y perdió su identidad. Y hala, mientras más catastrófica suene la historia mejor para la Ouija que seguirá siendo la reina de la sugestión, porque si tiene algún poder de seguro es el de meter miedo en las personas de forma totalmente irracional.
Para leer más información sobre la Ouija y su explicación racional AQUÍ.
NOTA 1
La recomendación de la RAE para denominar a este juego es: Güija. Aunque no sé si pega mucho decir que jugaste a la Güija. Será porque estamos muy americanizados pero parece que Ouija siempre tiene más impacto, como en las películas.
NOTA 2
En la Noche de San Juan pasada y luego de terminar con la jornada de lectura de cartas tuve la oportunidad de hablar con un empresario que me contó su experiencia con el juego de la Ouija, el que no pasó de ser una anécdota para reírse de buena gana con el tema de los espíritus y beber una caña mientras yo me comía mi chorizo y queso tranquilamente. El hombre por supuesto lo que menos tenía era pinta de poseído o de preocupado por haber jugado a algo que él mismo consideró una experiencia rara y cómica a la vez.
NOTA 3
Un ejemplo de Efecto Ideomotor sería por ejemplo cuando vemos con mucha atención un partido de tenis por televisión y a veces sin darnos cuenta movemos el brazo como queriendo pegarle a la pelota. De la misma forma sucede cuando estamos viendo jugar a nuestro equipo favorito de fútbol y a veces movemos las manos o los pies para replicar los movimientos de los jugadores. Suena razonable además porque se sabe que en el cerebro existen neuronas especializadas que a modo de espejo recrean el movimiento que otras personas hacen, llevándonos así a imaginar o recrear ese movimiento nosotros mismos. Todo automático, bajo las cuerdas de la conciencia.
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NOTA 1
La recomendación de la RAE para denominar a este juego es: Güija. Aunque no sé si pega mucho decir que jugaste a la Güija. Será porque estamos muy americanizados pero parece que Ouija siempre tiene más impacto, como en las películas.
NOTA 2
En la Noche de San Juan pasada y luego de terminar con la jornada de lectura de cartas tuve la oportunidad de hablar con un empresario que me contó su experiencia con el juego de la Ouija, el que no pasó de ser una anécdota para reírse de buena gana con el tema de los espíritus y beber una caña mientras yo me comía mi chorizo y queso tranquilamente. El hombre por supuesto lo que menos tenía era pinta de poseído o de preocupado por haber jugado a algo que él mismo consideró una experiencia rara y cómica a la vez.
NOTA 3
Un ejemplo de Efecto Ideomotor sería por ejemplo cuando vemos con mucha atención un partido de tenis por televisión y a veces sin darnos cuenta movemos el brazo como queriendo pegarle a la pelota. De la misma forma sucede cuando estamos viendo jugar a nuestro equipo favorito de fútbol y a veces movemos las manos o los pies para replicar los movimientos de los jugadores. Suena razonable además porque se sabe que en el cerebro existen neuronas especializadas que a modo de espejo recrean el movimiento que otras personas hacen, llevándonos así a imaginar o recrear ese movimiento nosotros mismos. Todo automático, bajo las cuerdas de la conciencia.
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