Controlar al león interno es una buena frase para resumir esta carta pero a veces no solo hay que controlar nuestras pasiones sino las de los demás. Amigos, familiares o la propia pareja pueden ser salvajes e indomables y tú puedes verte enfrentando a situaciones tensas o conflictivas producto de esto. La clave en este caso es tener siempre una actitud moderada para poder dirigir el conflicto, especialmente si en el hay involucradas más personas o leones. En casos así no sirve transformarse uno mismo en león y tratar de luchar contra el resto. No es necesario. Con un solo león es suficiente en este escenario. Lo que hace falta es un domador, alguien que sea capaz de dirigir la situación a buen puerto y que con su liderazgo pueda transformar las discusiones en conversaciones civilizadas. Tu dirás ¿Pero qué carajo tengo yo de líder? pero luego verás con sorpresa que ser líder no siempre significa ser el más fuerte sino el más astuto, el que sabe coger al león y detener su rugido, sin violencia y con todo el arte del control. Puedes dominar la situación.
